Etapa 1: Pre-escolar. - Cap-3.

Cap-3

Tras semejante trauma, hubiera esperado no volver a hacer amigos, pero la suerte cambio, un muchacho del cual no recuerdo su nombre, -Solo recuerdo que comienza con “J”.- se acercó a mí y nos volvimos amigos, fue mi mejor y casi único amigo todo lo que me quedo de pre-escolar, el cual no tuvo muchos cambios, que recuerde al menos.

Pero hay algo que recuerdo muy bien, que casi todos los demás chicos me detestaban, todo por el simple hecho de que las niñas me hablaran a mí y a ellos no. Claro esto también me gano el ser el blanco de insultos como si fuese gay, resulta difícil de creer que siendo tan pequeños ya supieran lo que esto era, yo lo fui aprendiendo dado a sus insultos. Claro que nunca fui así, pues me sentía atraído por la niña que mencione fue mi primera amistad, pero ella dejo de hablarme cuando tuve amigos y ya no estaba con ella en el mismo grupo de clase.

Como resultado de esta situación me volví aún más inseguro, tímido y frágil. Dado que ni las profesoras se tomaban la molestia de siquiera vigilarnos de verdad en los recesos, siempre era blanco de alguna broma, mi amigo “J”, siempre estaba defendiéndome, yo siempre fue temeroso.

Mi último recuerdo de pre-escolar es el siguiente.

Recuerdo que ese día uno de mis tíos me había regalado una baraja de naipes, que en lugar de picas, diamantes, tréboles y corazones; traía impreso a los personajes de mi serie animada favorita –Dragon Ball Z. Pues fue como una invitación a que se metieran conmigo ese día, pues no solo tenían los motivos de siempre, sino que ahora yo traía unas cartas que ellos no tenían, así que recuerdo que mientras estaba sentado con mi amigo en receso, mostrándole mis cartas, uno de los brabucones se acercó por detrás y me arrebato una y la rompió por la mitad, sin darme siquiera la oportunidad de negociar por ella, esto provoco que estallara en llantos y que mi amigo le golpeara, pero el otro chico junto a sus amigos lo golpearon a él también, fue la única vez que recuerdo que la maestra hiciera algo y los castigo.

Esto tuvo un valor muy grande para mí, ya que ese día decidí que no iba a dejar que alguien me defendiera, fue el día que deje de ser un tan tímido y miedoso, fue mi primer cambio.